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PRINCIPIOS FILOSÓFICOS Y PEDAGÓGICOS DE LA EDUCACIÓN TERESIANA

Principios pedagógicos

Un Colegio Teresiano fundamenta su tarea educativa en los principios pedagógicos de su fundador Enrique de Ossó. La razón, el amor, la fe o religión definen en síntesis, las finalidades, los contenidos y los medios del Proyecto Educativo Teresiano.

  • Se educa por la RAZÓN:

Sólo el ejercicio de la inteligencia (pensamiento, consideración, reflexión, razonamiento, deliberación, etc.) promueve el desarrollo de la condición personal: “El niño es un ser racional y debe ser guiado por la razón no por el temor o la imposición. El temor dura poco, la razón siempre. No hagan de los niños repetidores, sino observadores y pensadores” (AP, en E de O II, 787 y 751).

 

  • Se educa por la RELIGIÓN:

La verdadera educación es la que desarrolla a la vez la dimensión moral, intelectual, síquica y física de la persona. El Proyecto educativo del Colegio Teresiano se inscribe en la tradición pedagógica del humanismo cristiano caracterizado por la integración de fe y cultura. La educación religiosa está en el centro de la Educación Teresiana. “Sólo la religión responde perfectamente a la necesidad de creer, de esperar y de amar propia del ser humano” (AP pág. 12).

 

  • Se educa por el AMOR:

Es la pedagogía divina, concretamente la pedagogía de la Encarnación del Hijo de Dios. Se educa por el amor porque sólo el amor construye la persona, le da seguridad, le ayuda a descubrirse como el ser más grande de la creación y por lo tanto digna de ser amada. “El amor es la llave de los corazones. El rigor y la dureza intimida y aleja” (AP. EO). Razón y amor son los dos brazos para educar en libertad.

Principios filosóficos

Todo colegio Teresiano es una Institución que participa de los principios filosóficos del cristianismo, catolicismo y teresianismo. Enrique de Ossó, su fundador, hace una síntesis vivencial y teórica de estos tres referentes. Fruto de esa experiencia espiritual y apostólica es el Carisma teresiano o Espiritualidad Teresiana, que heredan de su fundador todos y cada uno de los Teresianos/as del mundo. Esta herencia es un modo especial de vivir el cristianismo, de relacionarnos y de vivir en comunidad. Los Principios más importantes son:

  • La persona es el centro de toda acción educativa:

Para Enrique de Ossó, quien hizo vida la espiritualidad de Teresa de Jesús, la Persona es imagen de Dios Trinidad. Su hermosura y dignidad radica en el ser criatura de Dios, capaz de Dios. Es “morada de Dios”. El fin de la educación es colaborar a crear condiciones para que la persona viva conforme a esta dignidad, interioridad y relacionalidad, sabiéndose situada social y globalmente (PET. Pág. 63).

  • La Dimensión de la trascendencia:

La persona se va construyendo en el encuentro, en una dinámica de LIBERACIÓN consciente, desde su centro, DEL “YO” HACIA EL “TÚ”. En el proceso de ENCUENTRO vivido en amistad, permite a la persona irse conociendo en su verdad más honda. La persona creyente encuentra en la AMISTAD CON JESÚS una fuente de relación por la que su ser espiritual se planifica. Cuando se descubre habitada y acogida, entra en una aventura interior de ENCUENTRO con el Amigo que la va transformando (PET. Pág.65). La Comunidad Educativa está llamada a asumir que educa a través del trato de amistad, en relación con Dios, con los demás y con el cosmos y en los lugares donde nos encontremos.

  • La mujer es una fuerza de transformación:

Enrique de Ossó considera a la mujer una clave para el cambio social. Hoy, en la educación, es un reto que se asume desde la perspectiva de género en la que el varón y la mujer sean reconocidos y valorados como constructores de relaciones basadas en el respeto, la equidad, el reconocimiento y la dignidad. La Comunidad Educativa Teresiana debe recuperar la dimensión femenina de lo humano e integrar la perspectiva de género en los proyectos educativos.

  • Educamos para el diálogo con la realidad sociocultural:

Enrique y Teresa fueron personas encarnadas en la realidad sociocultural de sus épocas (siglo XIX y XVI). Asumieron una postura y actuaron desde sus convicciones y valores. Así mismo la Comunidad Educativa debe acoger la realidad multicultural, descubrir la presencia de Dios en ella y responder y asumir un compromiso serio con esa realidad local y/o mundial.

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