El Colegio Teresiano Reina del Carmelo, será una Comunidad Educativa de hombres y mujeres constructores de sociedades solidarias e inclusivas, en las que se vivan relaciones interpersonales basadas en: justicia, equidad y reciprocidad; las cuales propicien valores como: Respeto, servicio, verdad y amor por la vida. Guiados siempre por el testimonio de San Enrique de Ossó y de Santa Teresa de Jesús, permitiendo desarrollar y fortalecer las dimensiones de la persona por medio de procesos que la lleven a tomar conciencia de la presencia de Dios en su vida, los cuales se reflejan en la vivencia del carisma Teresiano a través de cada uno de los proyectos y experiencia educativas que se realicen en beneficio de nuestra Comunidad y la Región.

Nuestros Valores

VERDAD: Es la coherencia de todos aquellos actos y situaciones en las que se ve envuelta la vida y obra de todo hombre y mujer. La verdad permite que la idea y el acto de la misma sean compatibles. En el aula se pone en práctica la verdad cuando el testimonio de vida se refleja en la enseñanza. La verdad permite la transparencia del alma a quien la práctica otorgándole credibilidad a todas sus acciones.

SERVICIO: Servir es una manifestación de vida. En el servicio está la capacidad de darnos a los demás sin esperar nada a cambio. El único interés del servicio es hacia la comunidad. El trato con las personas, comprender al otro, es una forma de trascendía del contacto de Dios con nosotros manifestado hacia los demás. Quien no sabe servir, no sabe vivir.

ORACIÓN: Es hablar con Dios, es un impulso del corazón, una semilla lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento, de amor y de alegría por quien sabemos nos ama, orar es reconocer en Dios a nuestro creador a nuestro dueño de vida a nuestro amigo incondicional, orar es acercarme más a Dios y a mí mismo, es reconocer en verdad quien soy La oración fortalece la fe.

AMOR: En el Colegio Teresiano Reina del Carmelo el valor del amor a la vida se fundamenta en la persona y en todas sus dimensiones, permitiéndole un fortalecimiento del amor por sí mismo, por los demás, por la naturaleza y por sobre todas las cosas hacia Dios. Amar es vivenciar en cada una de las cosas y los actos de la vida el sentir de Dios, su amor por la humanidad. Amar es el gozo de la vida a través de los ojos de Dios.

RESPETO: El respeto permite dar importancia a uno mismo, al prójimo y a Dios. Respeto es darle el merecido valor que cada hombre y mujer tienen como hijos de Dios. El respeto es aceptar y comprender tal y como son los demás, aceptar y comprender su forma de pensar aunque no sea igual que la nuestra.